Es tan cierto que en las franquicias no es oro todo lo que reluce, como que en algunos centros privados los dentistas están desesperados y cobran barbaridades por hacer las cosas más simples.
Recomendamos siempre acudir con su experto de cabecera, frente a la fuerte competencia de franquicias hacemos 6 sugerencias para mantener su servicio particular de siempre.
- Por el trato personalizado:
Para el paciente es muy importante que en el centro en el que se trata conozcan su caso profundamente y para ello es imprescindible que siempre le atiendan las mismas personas.
- Por el nivel de formación de los doctores:
Debido a la gran proliferación de dentistas como consecuencia de la apertura de universidades privadas, la odontología está masificada. Esta forma de trabajar crea hábitos en el dentista joven que acaba por entender la profesión como una cuestión de márgenes económicos y así, mide su agenda en función de cuántos dientes va a extraer, implantes colocar o piezas endodoncias ya que de la cantidad de estos tratamientos tan agresivos depende su nómina a final de mes.
- Por el componente vocacional frente al de negocio:
Tanto las franquicias como las clínicas pertenecientes a mutuas son centros gestionados por empresas y no por médicos ni dentistas y que por lo tanto buscan un rendimiento económico.
Obviamente no se puede decir que los dentistas privados no persigan el mismo fin, al fin y al cabo es un trabajo. Sin embargo, no debemos olvidar que el dentista tiene una vocación médica incuestionable que es la que condiciona su forma de trabajar y su trato con el paciente.
- Por la calidad de los materiales utilizados:
En general, el dentista privado utiliza materiales de mejor calidad que las franquicias o mutuas. La razón es simple, en nuestro caso, si las cosas salen mal la responsabilidad última es nuestra.
Además, como profesionales de la salud sentimos placer ante el trabajo bien hecho capaz de ofrecer resultados predecibles a largo plazo.
- Por las garantías en los tratamientos:
Como consecuencia de lo anterior, generalmente en las consultas privadas el doctor se hace parcial o totalmente responsable de aquellos tratamientos que no funcionan tal y como se esperaba.
En general este tipo de situaciones son muy poco frecuentes cuando se trabaja de forma adecuada y con materiales adecuados y esa es la razón por la que nos podemos responsabilizar. Sin embargo, esto no puede ser así cuando la forma de trabajo es precaria y también lo son las condiciones.
- Porque en salud, lo barato suele salir muy caro:
El paciente con un problema real ha ganado muy poco al acudir a estos centros. Por desgracia cada vez llegan más casos a las consultas de los dentistas “de toda la vida” debido a sobretratamientos o a tratamienos mal realizados en estos centros.
La población no debe perder de vista que la salud oral es un campo de la medicina, que exige un diagnóstico preciso, la realización de un buen plan de tratamiento, una buena comunicación con el dentista para dejar claras las expectativas y las posibilidades y finalmente una capacidad adecuada de ejecución.
Cada uno de estos pasos es imprescindible para llegar a buen resultado y el paciente debe tener derecho a ellos, pero obviamente también debe asumir que el precio es más elevado.
Para evitar inconvenientes en sus consultas y tratamientos, acuda siempre con su profesional de toda la vida.
Fuente: Clinica Dental Echeverría